No me gustan los acertijos, pero en este caso me parece divertido. Como algunos habéis advertido, las vacaciones han sido un poco más largas de lo aconsejable. Y eso que no han sido vacaciones. Han sido el final de unas largas vacaciones no merecidas, aprovechadas, necesarias, pero inmerecidas.
Han sido tres meses, casi justos, noventa días. Pero también han sido más de 5.000 kilómetros, 6 aviones, varios chubascos. O lo que es lo mismo, una ausencia muy importante, otra radicalmente relevante y otras muchas no deseadas. También ha supuesto demasiados adioses no queridos y muchos holas, sorpresivos y agradables.
Nueve nuevos compañeros, un nuevo jefe y una nueva coordinadora. Cuatro pisos, muchas escaleras, calles por descubrir y rincones por añorar. También ha habido una paella a la brasa, unos chipirones, perdón, txipirones en su tinta, atunes, melvas y un jardín que añorar. Un jardín sin flores, pero con los mejores bikinis y la sonrisa más amable del alba.
Han sido añoranzas de personas que conocí y nuevos afectos de personas largamente conocidas. Han sido abrazos, besos, llamadas no correspondidas, mensajes sin destinatario. Muchas montañas por descubrir y otras por alcanzar, desde más lejos. Sueños, deseos cercanos y otros más lejanos.
Un nuevo punto de partida para nuevas excursiones, 20 llamadas, seis pisos vistos, dos habitaciones y baño y una cocina que me lleva a la de mi abuela. Dos sobrinos, una tia, una prima y su marido. Amigos que les debo, un puente en el río, remeros, casetas, bueyes y bacalao al pil-pil.
Han sido nueve meses olvidados, una oportunidad perdida, comodidades rechazadas, retos aceptados. Otro horizonte, un accidente, dos operaciones, un entierro con su funeral. Han sido nuevas matrices, horarios, respetos y series, más horas, más inglés.
Han sido visitas y venidas, idas y despedidas, playas, fuentes y horizontes, muchos blogs sin visitar y una nueva vida que experimentar, o a lo mejor no tan nueva, sólo con una nueva perspectiva. Muchas gracias a todos por la paciencia y por vuestro buen humor.
Pero como esto es de recetas, ahí va:
Vainas con tomate
Ingredientes:
Una vainas, del tiempo y tiernas, me gustan las alargadas
Un sofrito; tomate, cebolla, ajo, aceite, sal y tiempo
Jamón, opcional
Elaboración:
Hay que pelar las vainas, cuidando de no dejar ninguno de los hilos que las atraviesan longitudinalmente. Se hierven en agua abundante. Mientras, o quizás un poco antes, se hace un sofrito, teniendo paciencia con la cebolla, con el tomate a cascos y con un poco de concentrado si se dispone.
Se escurren las vainas y se echa sobre ellas el tomate. Rojo y verde. Bueno
Un saludo y la pista…

Fotografía de judías verdes con tomate